
En medio del movimiento de Avenida Avellaneda, en Flores, hay un pequeño pasaje que debe ser lo más parecido a pasar por un tunel que te lleve directo a Seúl. Se trata del Pasaje Ruperto Godoy, un callejón corto y pintoresco que se convirtió en uno de los polos gastronómicos coreanos más originales de Buenos Aires.
Así es el Pasaje Ruperto Godoy: el pasaje coreano para comer como en Seúl
El Pasaje Ruperto Godoy no tiene más de 100 metros de largo, pero concentra cafeterías, restaurantes, karaokes y tiendas con productos típicos de Corea. No necesitás ir a ningún lado más para descubrir lo que Corea en Buenos Aires. Además, todo está rodeado de murales, faroles y carteles en hangeul, el alfabeto coreano.
Si vas a este pasaje coreano en Flores para comer además de curiosear, podés ir a lugares como Maum Café, un lugar atendido por una familia coreana. Ahí podés probar desde un matcha latte hasta macarons, mochis tradicionales o helados de sabores asiáticos.
A pocos metros, vas a encuentrar Dashimaki: su especialidad es el ramen artesanal y el sushi, y funciona sólo al mediodía, así que si vas, anotá: abre de lunes a sábados hasta las 16 hs.
También podés encontrarte con locales de comida coreana como Pan Moa, una pastelería que mezcla lo europeo con lo oriental; Bulmat, para probar platos caseros como los fideos con cerdo; o el Azit Chicken Bar, donde el pollo frito coreanoes el protagonista.
Y si tenés ganas de cantar, el Karaoke W suma diversión al plan con cabinas privadas al estilo coreano, uno de los pocos Karaoke y lugares que existen en Buenos Aires para una salida que incluya cantar hasta la madrugada.
📍 El Pasaje Ruperto Godoy está entre las calles Felipe Vallese y Páez, a pasos de Avellaneda, en Flores.