
Con más de un siglo de historia, te contamos sobre el hotel más lujoso de Buenos Aires que hoy está abandonado pero esconde lujos del pasado, visitas ilustres y hasta una trágica muerte ligada a Coco Chanel.
El hotel abandonado de Buenos Aires donde vivió el autor de El Principito que esconde una trágica muerte
Ubicado sobre Avenida de Mayo al 1300, esquina Santiago del Estero, el Hotel Majestic fue durante décadas símbolo de elegancia y sofisticación en Buenos Aires. Este hotel combinó el lujo europeo con la arquitectura ecléctica que lo hizo el centro de la alta sociedad porteña de esa época. Vitrales, mármoles y escalinatas imperiales: el Majestic fue uno de los primeros edificios de Buenos Aires en contar con ascensores tipo jaula, agua caliente en todas las habitaciones y un roof garden. Seguramente fue el primer rooftop bar de la ciudad.
El Hotel Majestic fue inaugurado en 1909 por el arquitecto Mario Palanti, el mismo arquitecto del Palacio Barolo, a pocas cuadras también sobre la avenida de Mayo. Durante sus años de mayor gloria, hospedó a aristócratas europeos, empresarios millonarios y artistas. Tal es así que este hotel hoy abandonado, guarda no sólo belleza arquitectónica sino también secretos y misterios.
Secretos y misterios del Hotel Majestic
Uno de los visitantes más célebres del Hotel Majestic fue Antoine de Saint-Exupéry, el aviador y escritor francés, autor de El Principito. Llegó a Buenos Aires en 1929 para dirigir la filial local de la Aeropostale, y durante su estadía se alojó en el hotel. Fue allí donde comenzó a redactar pasajes de lo que más tarde se convertiría en Vuelo Nocturno (Vol de nuit), inspirado en sus travesías aéreas por Sudamérica. Después, se mudó a un departamento en la Galería Güemes, que de hecho podés visitar.

Pero no todo en este hotel tan majestuoso y abandona fue glamour y literatura. Según algunos relatos, en este mismo hotel ocurrió la muerte por sobredosis de la hermana de Coco Chanel.
El Hotel Majestic cerró como hotel a fines de la década de 1920. En 1931 fue adquirido por el Estado y destinado a oficinas públicas, pasando por distintas reparticiones hasta ser la AFIP. Aunque su estructura fue modificada, todavía conserva detalles originales como boiseries, vitrales, mármoles y herrajes de bronce.
En 2014 comenzaron obras de restauración en la fachada y, desde 2020, el edificio fue asignado a la Administración de Parques Nacionales, que proyecta convertirlo en su sede central. El plan incluye un museo de conservación, una biblioteca abierta al público y un mirador vidriado en la torre, recuperando así parte de su majestuosidad. Ojala en algún momento se pueda visitar.